El anillo de Sakuntala
Cuarto acto
Sakuntala vive completamente absorta en su amor por Dusyanta y espera ansiosa su regreso. En ese momento, es cuando el siniestro Durvasa entra en el bosque. Está en contacto con el mundo de los dioses. A pesar de su temible aspecto, debe siempre ser recibido con el máximo respeto. Sankuntala no tiene ojos para el mundo exterior debido al amor que siente por Dusyanta. Por ello, no se da cuenta de la llegada de Durvasa, que está dotado de poderes mágicos. Durvasa considera el comportamiento de Sakuntala como un sacrilegio y pronuncia una de sus temidas maldiciones mágicas: Sakuntala será olvidada por su amante. La maldición sólo puede revertirse si Sakuntala le ofrece el anillo que Dusyanta le había regalado como muestra de su amor. En cuanto el siniestro Durvasa pronuncia la maldición, el hechizo mágico surte efecto y sus espíritus llevan a cabo su trabajo: Dusyanta olvida a su amada. Sakuntala espera en vano un mensaje suyo. Dolida, decide visitar a Dusyanta en persona para recriminarle su actitud.
Ilustraciones
Antoine Leisure
Sakuntala está completamente absorta en su amor por Dusyanta y espera su regreso.
Mientras Sakuntala está sumida en sus pensamientos con Dusyanta, el siniestro Durvasa entra en la arboleda sagrada.
A pesar de su temible aspecto, Durvasa siempre debe ser acogido con el máximo respeto.
Sakuntala no tiene ojos para el mundo exterior. Por eso pasa por alto la llegada de Durvasa, dotado de poderes mágicos.
Durvasa considera un ultraje que Sakuntala le pase por alto. Pronuncia una de sus temidas maldiciones mágicas: Sakuntala será olvidada por su amante Dusyanta.
La maldición de Durvasa sólo puede revertirse si Sakuntala muestra el anillo que Dusyanta le dio como muestra de su amor.
Sakuntala espera día y noche en vano un mensaje de Dusyanta.
En cuanto Durvasa pronuncia la maldición, el hechizo surte efecto. Los espíritus hacen su trabajo.
En su dolor, Sakuntala decide viajar a la corte real para ver a Dusyanta en persona. Quiere enfrentarse a él y preguntarle por qué ha roto su promesa.
Sakuntala toma las riendas de su destino.